Yuca Amarga: «Delincuencia y Patria», por @emilio_guzman

Definitivamente el gobierno venezolano cada vez se entrampa más con el tema de la delincuencia y los errores e improvisaciones que cometen van redundando en perjuicio de las familias de esta patria; por mas cifras de presuntos aciertos en la materia, la realidad es otra, basta con llegar a la parada del autobús o en la larguísima cola en procura de los alimentos para que la conversación sea la triste historia del hijo o el vecino que fueron objeto de robo, o peor que eso, los gritos desesperados de la madre en las puertas de la morgue de la localidad en espera del cadáver de un ser querido que en la tarde anterior no fue suficiente para los hampones con despojarlo de un teléfono, sino que decidieron descargar todo el odio por la boca del cañón del arma que portan libremente y acabar con la vida de un padre de familia.

Sería injusto reconocer que el gobierno ha intentado poner freno a la terrible situación, o por lo menos fue público y notorio que en medio de grandes parafernalias pusieron en marcha una veintena de planes de seguridad, pero han fracasado y el actual va por el mismo camino, no basta con que el Ministro de turno dé una rueda de prensa anunciando el inicio de un nuevo experimento “policíaco”, utilizando como fondo de pantalla a miles de uniformados y patrullas nuevecitas, si no hay voluntad sincera para atacar y reprimir con la ley a los sujetos que repetitivamente cometen delitos, ya basta de discursos hipócritas haciendo entender que llevando un balón de basket a los chamos del barrio vamos a reducir los índices de criminalidad; los delincuentes no creen en eso y más aún cuando el político que le toca llevar el articulo deportivo no reúne las condiciones mínimas de moralidad y de capacidad requerida para tal acción.

Todos las ideas que puedan aportarse para reducir el delito son importantes, pero el garante y único responsable de los resultados es el gobierno, es decir, cuando el ciudadano Ministro del Interior manifiesta que la oposición no asiste a alguna reunión en materia de seguridad u orden público no es justificativo alguno para que el crimen haga de las suyas, el poder ejecutivo debe actuar con contundencia dándole prioridad a ese sagrado derecho a la vida y a vivir en paz que todos tenemos.

Además de cuadrantes y patrullaje inteligente, el gobierno debe estar encima reprimiendo el tema del narcotráfico, con inteligencia pero con mucha arrechera, ya que a partir de la bendita droga radican casi todas las modalidades de delitos, pero también debe colocar al frente de los despachos oficiales a hombres y mujeres con capacidad ética y moral, ya que la delincuencia es un acto permanente de imitación y la desmedida corrupción en nuestra Patria ha deslegitimado a muchos funcionarios ante la sociedad. La creación de la Universidad Experimental de la Seguridad (UNES) ha sido un paso gigante en la formación policial, sin embargo considero que el ingreso a esta casa de estudios debe ser más exigente, más riguroso, mas celoso, allí deben de estar los mejores hombres y mujeres, que no solo asistieron para resolver un problema económico o capricho para uniformarse y portar un arma, sino más bien que estén convencidos que la carrera policial debe ser exclusiva de personas honestas con vocación para el bien y enemigos del mal.

Es imprescindible que los cuerpos policiales tengan tecnología y profesionales para combatir el delito, también que exista mayor represión y esto es una tarea fundamentalmente policial, lograr información precisa sobre dónde y cómo operan las distintas bandas, hostigarlos y demostrar que existe una parte del Estado que ofrece oportunidades y otra que sanciona de forma ejemplarizante. Pero nada de esto funcionará si continúa la impunidad y la corrupción, estas plagas echan por tierra todo esfuerzo en este sentido, alimentando la criminalidad y dejando a la población en las manos de los delincuentes y de las mafias que han hecho del delito su negocio más lucrativo, sin limitaciones ni fronteras.

Emilio Guzmán / @emilio_guzman