Estados Unidos anunció hace algunos años un incremento del 90 por ciento anual en el aumento de la incidencia de este tipo de cáncer, recientemente médicos mexicanos hicieron un anuncio similar en su país. Esta enfermedad posee dos tipos de factores de riesgo con igual peso, los hereditarios y los relacionados con hábitos de vida.
En Argentina, después del cáncer de mama y de pulmón, es uno de los tipos de cáncer que mayor cantidad de vidas se cobra al año, estimado por el Instituto Nacional del Cáncer en aproximadamente 13.500 nuevos casos al año y cerca de 7.000 muertes anuales.
El factor preocupante de esta afección radica en que por lo general los pacientes son diagnosticados cuando la enfermedad se encuentra en sus fases de mayor desarrollo, determinando que en su mayoría, al momento de ser notificados, no poseen una esperanza de vida superior a los 5 años.
Si bien el riesgo está en ascenso para los jóvenes, uno de los principales pacientes con esta afección son hombres y mujeres mayores de 50 años, pacientes que presenten pólipos (malignos o benignos) o con antecedentes personales o familiares de cáncer; otros agravantes para la aparición de la enfermedad según el Ministerio de Salud de la Nación son las dietas ricas en grasas y pobres en calcio y fibra, y el tabaquismo.
Las únicas formas de prevenirlo son manteniendo una actividad física regular, una dieta equilibrada y rica en fibras y vegetales a la vez que baja en grasas de cualquier tipo, y evitando el tabaquismo. A su vez es importante realizar controles para la detección temprana, sobre todo si se presentan antecedentes personales o familiares sin importar la edad.
Fuente [Salud.com.ar]