Con equilibrio: «Dignidad y respeto para el policía» Por @Simone_Augello

La inseguridad, el mayor mal que padece nuestra nación, vemos a diario como asesinan, hurtan, atracan, extorsionan y hasta secuestran personas de la vida común, y les cuento ni se salvan artistas, modelos, políticos y muchas altas personalidades reconocidas.

Comienzo con esto porque ya llegó la hora de dejar de ver con indiferencia este tipo sucesos que a diario enlutan a los venezolanos, me preocupa enormemente que no exista interés para solventar el problema y ni siquiera la intensión se ve por parte de los altos jerarca del gobierno.

Claro; esos altos funcionarios están protegidos por altas medidas de seguridad que les facilita el libre tránsito y en realidad esa sensación de seguridad que los rodea no les hace percibir la realidad de las calles en cuanto al tema de inseguridad.

Vemos a los funcionarios policiales en las calles haciendo medianamente su trabajo, y digo medianamente debido a que no lo pueden ejercer a cabalidad por muchas razones, una y creo que es la principal causa, es la mala remuneración para los policías, la carencia de buenos beneficios y la demora en los pagos que hasta se retrasan por tres meses y hasta seis meses.

Esta situación dificulta la operacionalidad del funcionario policial, gracias a que cuando el debe estar en las calles protegiendo al ciudadano, en su hogar la carencia es casi total para su familia, hijos y allegados. “El policía no puede brindar seguridad, cuando el mismo esta inseguro”.

“No es fácil lidiar con delincuentes y al mismo tiempo con los jefes corruptos” dicen algunos policías en las calles, mientras a algunos los imputan por haber estado en un suceso donde en algún momento a caído algún presunto delincuente, los jefes están libremente y haciendo de las suyas “metiéndose una bola e real” como ellos mismos plantean.

A esto hay que anexarle que cuando un funcionario se encuentra imputado por algún caso representando al Estado y la Institución, éste no recibe el mínimo apoyo legal y mucho menos logístico, ni económico de nadie.

El policía se merece una vivienda digna, una educación óptima tanto para él como para sus hijos y accesos a verdaderos beneficios, al policía lo tildan de matraquero y muchos epítetos más, pero creo que debemos contribuir para que esta realidad cambie; sí sabemos que existen muchos que se hacen llamarse funcionarios y no son dignos de portar un uniforme, arma de reglamento y mucho menos esos credenciales, pero mi llamado es a aquellos que sí son leales a la institución y al país entero, para que luchen desde adentro y detecten a aquellos que no son leales y dignos para ir dando un vuelco y así mejorar las cosas.

Ya para ir cerrando, mi llamado es a los jefes políticos nacionales, regionales y locales, para que se aboquen a abrir los ojos en cuanto a la calidad de vida del funcionario policial, saber si se encuentra bien anímica, económica, social, físicamente y sobre todo que tenga una excelente salud integral, solo así podemos comenzar a cambiar la manera en como se ve al policía.

Claro está; aun no tocando el tema de la dotación por parte de los entes públicos, falta de empleo, malestar general en la economía, debido a que estos son otros temas, aunque siempre relacionados con la seguridad personal e integral de los ciudadanos.

Por Simone Augello