México es uno de los pocos países con megadiversidad que existen en el mundo. Goza de una gran variedad climática y cuenta con maravillas naturales que sorprenden a cualquiera.
Uno de esos portentos son las cálidas aguas de las cascadas petrificadas de Hierve el Agua, una belleza geológica formada desde hace miles de años por el escurrimiento de agua carbonatada, explica laregion.com.mx.
Se encuentran en el estado de Oaxaca, a tan sólo unas horas de la capital, en el valle de Mitla, donde aguas termales caen de la cúspide a más de 30 metros de altura; ahí el manantial fue aprovechado para crear una enorme piscina natural de agua templada, menciona oaxaca-mio.com.
Los beneficios de dicho lugar ya eran aprovechados por los zapotecas, hace más de 2 mil 50 años, quienes construyeron un sistema de irrigación y terrazas que hoy son motivo de estudios arqueológicos, biológicos y geológicos, pues aún se encuentran vestigios de lo que al parecer, es un sistema de riego único, que trataba de aprovechar al máximo el agua de manantial, en un terreno difícil por las cuestas.
Al parecer, el lugar era sagrado para los zapotecas, pues se encuentra en la sierra, en un ambiente de extrema acidez, con agua a una temperatura superior a la del ambiente, entre los 22 y 25 grados centígrados durante todo el año.
Precisamente de ahí es donde viene el nombre, Hierve el Agua, por la temperatura a la que arde el agua de los pozos naturales que se encuentran sobre una superficie plana, esperando la llegada de las cascadas petrificadas, nombrado "El Anfiteatro".
Es desde ahí donde pueden apreciar de mejor manera las dos cascadas, una de 30 y la otra de 12 metros. El anfiteatro está compuesto por tres manantiales, mientras que uno más se encuentra a unos 300 metros al sureste, justamente donde se forma la popular cascada.
Los tres manantiales que se encuentran juntos, llenan de agua color turquesa, tonalidad que toma por la cantidad de sales que contiene, dos albercas que los lugareños crearon, convertidas ya en un balneario natural muy concurrido.
Además, los sedimentos cálcicos toman tonos anaranjados que se combinan con los vapores del calor de las aguas efervescentes, que hacen aún más llamativo el paseo por valle, menciona playasmexico.com.mx.
Estar en Hierve el Agua es tomarse un respiro, pues mientras te relajas en una alberca de agua natural, puedes admirar el paisaje montañoso, escuchar los sonidos de la naturaleza y hasta pensar en civilizaciones antiguas que reconocían el valor del espacio que estás pisando.
Además, Hierve el Agua, ofrece más que un buen baño y gran paisaje, pues ya cuenta con instalaciones adecuadas para los visitantes, como baños, vestidores, palapas, restaurantes y cabañas equipadas para pasar la noche.
Los horarios de visita son desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Entrar tiene un costo aproximado de 20 pesos, mientras que la renta de una cabaña tiene una tarifa de alrededor de 100 pesos por persona.
Para llegar, tienes que dirigirte, desde la capital oaxaqueña, a la carretera federal número 190, con destino al Istmo de Tehuantepec. Después tomar la desviación a Mitla, por toda la carretera a San Pablo Ayutla hasta encontrar una desviación a San Lorenzo Albarradas y a 5 kilómetros de ahí, encontrarás el paradisíaco destino.
Se estima un tiempo de trayecto aproximado de dos horas, dos horas y media de desde la capital de Oaxaca, tomando en cuenta las zonas de terracería, explica oaxaca-travel.com.