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Los periodistas siempre están ávidos de titulares, de informaciones apetecibles y de datos escandalosos, por eso es mejor que desde tu comando de campaña los nutras de ese almíbar embriagador antes que lo haga el oponente.
¿Qué ocurre cuando no les damos información de primera a los reporteros? Ellos las buscarán por su cuenta, cayendo en las redes de los relacionistas públicos, asesores y agentes mediáticos del otro candidato.
Nuestro candidato, su comando de campaña, deben estar constantemente dándole datos, informaciones, indicios, pistas y rumores a los licenciados en comunicación social, locutores, columnistas y demás actores mediáticos de tu comunidad, estado o país.
Aseveraciones rimbombantes, acusaciones decididas, puestas en escena, discursos rápidos cargados de vehemencia, actos o gestos simbólicos que permitan la producción de una foto que cope las portadas de los diarios y de las pantallas de la televisión, deben ser en la campaña pan nuestro de todos los días. ¡Hazlo tú, o si no lo haré el otro!
Los equipos de comunicación, los consultores mediáticos, políticos y de comunicación deben estar constantemente ideando apariciones sorprendentes, ruedas de prensa dinámicas, actividades de calle con objetivos claros. El HACER, y hacerlo con bombos y platillos, es una forma de endulzarle el paladar a los reporteros.
El periodista tiene que ser entretenido con las golosinas mediáticas que se estructuren desde la sala situacional-comunicacional y ejecutada por el comando de campaña, de lo contrario el profesional buscará en la acera de al frente lo que tú le niegas o peor aún él las creará a través de reportajes, crónicas y reseñas que no atenderán a ningún control.
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Las teorías tan mencionadas de la propaganda Nazi siguen muy vigentes, así como en su momento Joseph Goebbels marcó la hegemonía de Adolf Hitler minimizando a sus oponentes, así debes hacer hoy en medio del proceso electoral apoderándote de la agenda pública, marcando el debate político y entrampando a tus adversarios electorales.
Entre los principios básicos de las iniciativas goebbelianas existen 3 puntos que coinciden con la necesidad estratégica de saciar las necesidades informativas y noticiosas a los profesionales de la comunicación.
El primero de ellos es el de la «Exageración y Desfiguración» en cual establece que se deben convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave, lo cual nos permite presentarles a los reporteros una noticia que pueda ser reseñada y narrada con hambre reporteril.
El segundo principio es el de la «Renovación» mediante el cual se emiten constantemente informaciones y argumentos nuevos, siempre bien recibidos por los representantes de los medios, a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa.
Logrando que «las respuestas del adversario nunca puedan contrarrestar el nivel creciente de acusaciones», y a la vez copando la producción de contenido en los medios de comunicación.
El tercer punto es el principio de la «Verosimilitud» con el cual se construyen argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias, con las cuales se mantendrán ocupados a los canales de información mientras se intensifican los mensajes estratégicos de nuestro candidato.
José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano