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Para muchos comerciantes tener una panadería ya no es un negocio. En la actualidad sobreviven al control de precio del pan salado regulado a Bs 5,52 el kilo.
"Tenemos más pérdidas que ganancias. No es que no se venda, pero los costos asociados son mayores", expresó Luis Vásquez, encargado de un establecimiento en La Candelaria.
"El precio de la canilla debería ser un poco más alto. A veces tenemos que hacer de tripas corazones para mantener la calidad del negocio", opinó un panadero que prefirió no ser identificado.
Durante el recorrido efectuado por varias panaderías en la capital, se observó que la venta de la canilla está en Bs 2.
Los panaderos encuestados argumentaron que "es imposible" vender por debajo del costo de la materia prima y de los gastos asociados. "Una canilla es más barata que un kilo de harina y el pan lleva más que eso", coincidieron al sugerir que el precio del producto debería ubicarse en Bs 3.
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Aunque reconocen algunas fallas con la distribución, no reportan desabastecimiento y aseguraron que no han afectado su producción. Manifestaron su interés por dialogar con el Gobierno para ajustar los precios.
Hecho en socialismo. "Me parece una buena alternativa" dijo Nelly Aponte, docente jubilada, al referirse a la panadería Venezuela inaugurada por el Gobierno en la avenida Andrés Bello, en Caracas.
Emilio Pérez, mototaxista, coincide con Aponte y agrega: "El pan es calidad, venden charcutería y hasta almuerzos bien resueltos por Bs 29. Los precios son accesibles y están por debajo si los comparas con otros sitios".
Mélida Gómez, vecina de la zona, indicó que la producción no es continua como en las tradicionales. "Cuando se acaba el pan hay que esperar al otro día y no abren los fines de semana".
El deseo común es que la panadería se mantenga en el tiempo porque "lo que es subsidiado por el Estado dura poco o la calidad no es buena".