Periodistas por siempre (…y eso que los años no pasan en vano!)

Los años transcurren y los avances tecnológicos son cada día más violentos, sin embargo, esto no ha frenado el ímpetu de estos eruditos del periodismo de continuar ejerciendo. En estas tierras orientales se han sembrado semillas que aún después de convertidas en frondosos árboles continúan dando frutos, afianzando raíces, regalando fresca sombra.

Los años han ido sumándose desde que ellos comenzaron a dejar huellas de su talento. Ya no tienen 19 como cuando comenzaron, las herramientas de trabajo se han ido perfeccionando gracias a los avances tecnológicos. Para unos ha sido fácil, para otros no tanto, sin embargo, se están enfrentando al reto de continuar en su labor de comunicar a pesar de sus años y agradeciendo los cambios.

El gremio periodístico de hoy día tiene mucho que agradecer a la tecnología. Quienes tuvieron la oportunidad de ejercer la carrera en sus inicios se enfrentaron a las dificultades técnicas de la época; aprendieron, lo disfrutaron y ahora se sienten bendecidos con los instrumentos que el mundo pone en sus manos y que les permiten permanecer en el ruedo.

Con cuaderno, máquina y rollo

Ebert J. Lira, mejor conocido como “El Cojo Lira”, se inició en el periodismo en los años cincuenta y pasó por la redacción y transmisión de la noticia utilizando el Teletipo. La máquina de escribir es su mejor aliada, conserva dos de estas en su casa y las utiliza para llenar un recibo bancario o redactar una columna o un artículo de opinión.

Actualmente su hija mayor transcribe en la computadora sus trabajos y los envía al periódico que le ofrezca publicación. Aunque ya no publique con regularidad, continúa escribiendo para su consumo porque no quiere perder la costumbre.

“Lo único que me faltó fue conocer la flauta y los tambores para comunicarse”, dijo Gilberto Aristimuño, quien comenzó su vida en los medios de comunicación a los nueve años en el periódico Horizontes, cuando se imprimía en una imprenta similar a la de Gutenberg, “Me encantaba el olor a tinta”, comentó. Cuando cursaba 6to grado lideró el periódico estudiantil Vamos y más adelante, con 14 años de edad, llevaba la responsabilidad del periódico mural El Guácharo, del colegio donde estudiaba bachillerato.

Gilberto “Zapatico Blanco”, como lo llaman sus colegas, a los 32 años puso en práctica el periodismo en su propio periódico, un diario pequeño de ocho páginas que imprimía en multígrafo a color. “Esperaba después de la media noche para oír en radio las últimas noticias nacionales e internacionales, lo hacía yo solo y di la primicia de la muerte del Papa Pio XII antes que los diarios nacionales”, comenta Aristimuño.

En principio, Gilberto fue periodista empírico, luego se preparó con cursos libres de Periodismo en la Universidad Central de Venezuela (1957), Universidad de Oriente (1967) y en las petroleras, “Así se formaba antes el periodista”. Sus objetos de trabajo eran un cuaderno, un bolígrafo y su máquina de escribir.

Hernán Hidalgo estudió arte y sus inicios están enmarcados por el caricaturismo en el semanario Antorcha, aquí en el estado Anzoátegui. El reto creció con el periódico cuando pasó a diario. Aprendió a escribir como periodista y lo invitaron a cubrir la fuente de sucesos. “Hacía las caricaturas, cubría los sucesos y tomaba las fotos”, comentó Hidalgo. Realizó trabajos especiales en diferentes partes del país. Tomaba las fotos con cámaras de rollo y lo enviaba al periódico para que las revelaran.

En los actúales momentos, la fotografía digital es indispensable en el periodismo. La transmisión de una imagen en tiempo real es la principal forma de trabajo en los medios impresos y en las agencias de noticias.

Evaristo Marín comenzó en el periodismo a los 19 años de edad, como reportero policial en 1954 para el semanario Antorcha. Los instrumentos de trabajo para Marín eran su bicicleta, un cuaderno y un lápiz. En estos momentos tiene 76 años y ejerce el periodismo diariamente. Asegura que continuará adaptándose a todos los cambios que vengan porque quiere seguir ejerciendo.

Definitivamente las herramientas de trabajo en los inicios de estos veteranos no tienen comparación con los mecanismos actuales para ejercer el periodismo. Los cuadernos vs las grabadoras, las bicicletas vs los carros y el internet, las cámaras de rollo vs las digitales.

Augusto Hernández se inició en el diario El Nacional en el año 45, revelando los rollos de los fotógrafos del periódico. Luego aprendió de fotografía y se compró su primera cámara Rolliflex en los años cincuentas, esa fue su primera herramienta en el ejercicio del periodismo gráfico. Hacía guardias en los días feriados que los fotógrafos no querían trabajar y se quedó ejerciendo como fotoperiodista.

Llegó al estado Anzoátegui en el año 1956. El Nacional le envió una cámara Pentax 35mm con lentes teleobjetivo y gran angular, y luego recibió una Canon profesional con todos sus lentes. Para esa época ya había dado cobertura a los acontecimientos políticos y sociales más importantes de la historia del país.

¡Computadoras! ¡Internet!

“Dicen que es facilito y la verdad es que a mí, aunque apenas estoy aprendiendo, me parece una mantequilla que te marquen los errores mientras escribes, que puedas copiar y pegar un párrafo, donde mejor te parezca sin tener que borrar y volver a escribir, además las teclas son suavecitas”, dijo entusiasmado “El Cojo”.

Lira, veterano periodista de la vieja guardia, como ellos dicen, ya tiene 84 años de edad y aunque está un poco alejado del ejercicio periodístico, está motivado con aprender a usar la computadora y ya es un experto con su teléfono de última generación que además, utiliza para complementar su hábito de lectura de diarios impresos con la lectura de ejemplares digitales.

Para Gilberto Aristimuño, los avances tecnológicos que ha presenciado han sido muchos y fabulosos en todos los sentidos. En estos momentos está aprendiendo a utilizar la computadora. “Confieso que tenía algo romántico con la máquina de escribir y no quería desprenderme de ella, hasta que la regalé”, contó “Zapatico Blanco”.

Gilberto se estrenó como escritor a sus 80 años, con la publicación del libro El Entierro de La Pica. Tiene una riqueza de trabajos escritos que quiere publicar. “Escribir es lo que me llena espiritualmente y por eso tengo que aprender a utilizar la computadora rápidamente”, agregó, “Admiro a los compañeros que manejan las herramientas actúale y están activos”.

Hernán Hidalgo ha publicado siete libros y tiene otros listos. Algunos fueron escritos a mano y otros en máquina de escribir. “Uno no andaba con esa papaya de grabadora digital que andan ustedes, uno andaba con cuadernos y la máquina de escribir en los viajes”.

Hidalgo trabajaba en el diario El Norte cuando llegaron las computadoras. “Llegué y vi que mi máquina no estaba. No quería aceptarlo, me quería ir del periódico”. Cuando aprendió a utilizar la computadora, reconoció las bondades de poder almacenar toda la información. Aceptó la tecnología hace como 30 años y ahora le encanta.

Antiguamente los periodistas escribían un solo ejemplar y lo entregaban o enviaban por avión. En la actualidad, la entrega es inmediata vía electrónica. Si se redacta en el mismo medio, la información circula en la red interna. Si el profesional de la comunicación se encuentra en otro lugar, puede acceder a la red interna vía VPN o a través de Internet.

Hidalgo tiene un blog que funciona como el periódico digital La Lupa. Le parece una maravilla que la gente lo lee gratis y en su casa. “Tengo miles de lectores en América latina”, dijo orgulloso. “El internet es lo más grande que se ha hecho en comunicaciones. ¡Este ciberperiodismo es tan bonito! Hago mi periódico y no me cuesta ni medio”.

“Para mí lo más fascinante ha sido la computación”, comentó Evaristo. Por sus manos pasó la máquina de escribir manual, la eléctrica, el télex, luego la computadora con la transmisión de la memoria de la máquina vía telefónica.

El Télex fue un invento que duró muy poco, pero muy útil porque garantizaba la transmisión inmediata de las noticias desde las regiones a los medios nacionales.

Augusto Hernández y Evaristo Marín, a finales de los años ochenta, enviaron la primera foto en color por positiva digital a través de internet, desde Anzoátegui para Caracas. Fue un envío instantáneo que los maravilló en esos momentos.

Los útiles actuales de trabajo para Evaristo son su computadora portátil y su cámara digital. Celebra el hecho de mantenerse informado del acontecer mundial gracias a la televisión por cable y al internet.

Augusto Hernández tiene 83 años de edad, y hace dos años compró su primera cámara digital y de ella aprendió lo básico. Captura las imágenes y las pasa a la computadora, pero sólo se atreve a darle un poco más de color o de brillo. “Con la digital aún estoy en pañales”, comentó.

En la época de los inicios del fotoperiodismo, debían cargar con ellos un enorme equipaje con los diversos lentes, químicos y demás utensilios. Las cámaras se fueron perfeccionando con el tiempo, haciendo el ejercicio del periodismo gráfico un poco más cómodo. Pero además del equipo inmenso de trabajo, había que tener capacidad y preparación para saber utilizar cámaras manuales.

Con las cámaras de rollo las exigencias se hacían mayores en cuanto a calidad de las imágenes, y quien realizara las fotos para un medio de comunicación debía ser un profesional de la fotografía periodística.

Antiguamente las fotos para medios se transmitían con un equipo que no garantizaba la calidad de la imagen, o se enviaban por avión desde la provincia hasta la capital. Actualmente las fotos digitales se transmiten en tiempo real y pueden ser modificadas con los programas especializados.

Súper Periodistas

Se prepararon en todas las fuentes, ejercieron casi todas las funciones posibles en un medio de comunicación, trabajaron en los periódicos, semanarios y emisoras más conocidas no sólo en el estado Anzoátegui sino en el país. Para los periodistas actuales ellos son héroes que lograron hacer un nombre con lo que tenían en sus manos.

Ebert J. Lira cubrió las fuentes de sucesos, política, farándula. Fue reportero, jefe de redacción, director, profesor práctico en los periódicos. Sus inicios fueron en periódicos nacionales durante la época de la dictadura de Pérez Jiménez. Pasó por diarios como La Calle, Panorama, El Nacional, entre otros. En el estado Anzoátegui fue parte de El Diario de Oriente, El Tiempo, El Metropolitano.

Gilberto Aristimuño fundó la Asociación Venezolana de Periodistas en el estado Monagas y colaboró en la creación del Colegio Nacional de Periodistas seccional Monagas. Luchó por la promulgación de la primera Ley del Ejercicio del Periodismo; en esa lucha participaron también Lira, Marín, Hernández e Hidalgo.

En Maturín, el diario El Oriental, El Magazine de Monagas y diversas emisoras fueron lugar de trabajo de Aristimuño. El Diario de Oriente fue el primero que lo recibió en Anzoátegui en los años ochenta, además, el periódico El Tiempo publicó sus columnas diarias durante dos años, el Colegio Nacional de Periodista- Anzoátegui lo tuvo como Secretario General y dirigió el diario Metropolitano.

Hidalgo hizo carrera en Maracaibo, estado Zulia. Perteneció a la Asociación Venezolana de Periodistas. Realizó cursos en la UDO. Se dedicó a escribir “Y es que cuando uno se dedica al periodismo con seriedad, termina como escritor”, comentó. Cubrió sucesos, política, deportes y otras fuentes.

Evaristo ejerció en el diario El Nacional durante muchos años. Fundó su agencia de noticias Notinorca en 1990 y elabora reportajes y noticias para el diario Últimas Noticias.

Hernández trabajó 35 años como fotógrafo del diario El Nacional. Al llegar al estado Anzoátegui, fue corresponsal del semanario Antorcha, también ejerció el fotoperiodismo en el periódico El Tiempo, el Diario de Oriente, La Prensa “verde”, El Norte. Su último trabajo en prensa escrita concluyó en diciembre del año 2011 en La Nueva Prensa.

Augusto extraña el trabajo del revelado. Como fotógrafo completo, quiere volver a experimentar todo lo que puede hacerse en un laboratorio de fotografía. En estos laboratorios, los especialistas lograban lo que ahora se hace con algún software. Los montajes, las foto-caricaturas, etc, también se podían realizar en el cuarto oscuro.

Como consejo y cierre

Entre las recomendaciones que estos protagonistas del periodismo venezolano tienen para los estudiantes y nóveles comunicadores, están: profundizar en los conocimientos de las nuevas tecnologías, sin dejar de lado el contacto directo con la fuente; mantenerse siempre consultando libros; ser independientes; respetar la ética; utilizar la grabadora sólo como respaldo; tomar apuntes de las frases más relevantes; llevar siempre la cámara; leer, leer y leer.

Para ellos, las universidades deberían estar formando profesionales en el periodismo digital porque ese es el futuro. Estos héroes de las comunicaciones han logrado sobrevivir a los cambios tecnológicos, y exhortan a los nóveles periodistas a ejercer el periodismo aprovechando al máximo la globalización.

Un periodista que en la actualidad no explote sus capacidades fusionándolas con las herramientas cibernéticas en poco tiempo se considerará un periodista incompleto. El periodismo cibernético es el periodismo del futuro, el que dominará en el tiempo, por ello es indispensable que quien quiera mantenerse activo en el ejercicio de la profesión de comunicación, deben introducirse en el periodismo digital.

 

[Por: Liamir Aristimuño @Liamir]