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«A los once años por curiosidad le pregunté a mi mamá si le gustaban las mujeres», dice mirando a cámara Sebastián Villalobos, quien se ha convertido por obra de las redes sociales en una de las caras de un debate que divide a Colombia. «Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas», sigue diciendo este colombiano de 19 años, «como si algo malo le hubiera dicho, y entre lágrimas me contestó que sí», dice en el testimonio que colocó en su canal de YouTube, en el que tiene más de 1,2 millones de seguidores.
El video titulado «Tengo dos mamás» ha tenido hasta este martes más de 720.000 visitas y de 8.500 comentarios. La confesión del joven en la que dice que él y sus dos hermanos menores viven sin problemas con dos madres no es un mensaje lanzado azarosamente, sino que se inscribe en la polémica que hay entre los colombianos sobre si debe o no permitirse a las parejas del mismo sexo adoptar hijos.
Sebastián Villalobos generó una enorme respuesta en redes sociales al contar su historia.
La pregunta no quedará exclusivamente en lo discursivo, porque se espera que esta semana se decida si esa práctica será legal o no en Colombia.
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Verónica Botero (der.) y Ana Leiderman lucharon durante cinco años para que se les permitiera adoptar como pareja a la hija biológica de Leiderman, algo que la Corte aprobó en 2014. (Foto: Bea Cantor / cortesía de Ana Leiderman)
La decisión estará en manos del conjuez de la Corte Constitucional, José Herrera Vergara, convocado para dirimir la cuestión luego de que una votación registrada la semana pasada en la sala plena de ese tribunal terminara en empate a cuatro.
En mayo de 2012 la Corte ya habilitó la posibilidad de que homosexuales individualmente adopten niños y en agosto de ese mismo año autorizó la adopción de una niña por parte de una mujer que es pareja de la madre biológica.
Pero a la hora de alcanzar un dictamen más general no han logrado ponerse de acuerdo.
Polémica universitaria
En su video, el joven Villalobos le habla directamente a Herrera Vergara, a quien le ofrece su caso como testimonio de que vivir con dos adultos del mismo sexo que son pareja no afecta negativamente al desarrollo de un niño.
Y dice además que está reaccionando a la opinión de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana (vinculada con el grupo católico Opus Dei).
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La semana pasada se difundió un texto que esa casa de estudios había enviado a la Corte Constitucional en el que aseguraba que «las personas homosexuales presentan una salud más deteriorada como mayor tasa de enfermedades mentales, más frecuencia de VIH sida y de otras enfermedades de transmisión sexual, con un índice mayor de suicidio».
La Universidad de La Sabana causó revuelo al asociar homosexualidad a enfermedad.
Con esas premisas, que fueron fuertemente cuestionadas por algunos juristas y científicos, el documento de la universidad argumentaba que las parejas homosexuales no estaban en condiciones de proveer un medioambiente saludable para la crianza de un niño.
La casa de estudios luego se distanció de esa postura.
La ONG Colombia Diversa, que trabaja por los derechos de las personas LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transgénero) publicó una respuesta firmada por el epidemiólogo Jaime Ardila Salcedo.
El médico calificó como «una blasfemia el concepto científico de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Sabana» y cuestionó la validez de sus argumentos.
La Iglesia Católica de Colombia dijo no adherir a la idea de asociar homosexualidad a enfermedad, aunque sí se ha pronunciado en contra de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.
El caso Akerman
Hubo un caso puntual que terminó dando un giro imprevisible.
El periodista Yohir Akerman publicó una columna de opinión en el diario El Colombiano, de Medellín, en el que sugería que el concepto de la Universidad de La Sabana «es obsoleto, retrógrado y viene de lo establecido por la Biblia sobre la homosexualidad».
Akerman cita en su nota una serie de versículos de la Biblia que considera científicamente incorrectos.
La columna de opinión de Akerman acerca del tema terminó en despido.
El giro imprevisible, no obstante, está en el título de la nota, «Enfermos*»; más específicamente en el asterisco, que lleva a un pie de página en el que se lee: «Nota de la Dirección: Este diario promueve el debate desde el respeto y la argumentación. Consideramos que esta columna se aleja de estos principios. Para el autor, no publicarla implicaría su renuncia. La publicamos y aceptamos su renuncia.»
La renuncia -o despido- de Akerman generó un nuevo revuelo en redes sociales y medios de comunicación colombianos.
Y sumó un nuevo pliegue al debate sobre la adopción por parte de parejas gay, un debate en el que dado lo dividido de las opiniones puede explicar que la Corte Constitucional haya quedado empatada.
Fuente [Bbc.co.uk]