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Algo tan simple como una pronunciación un poco apresurada puede dar lugar a los entuertos más extraños. Ayer, en una conferencia telefónica dirigida a los accionistas de Microsoft, Steve Ballmer iluminó los ojos de no pocos windowseros al afirmar (en apariencia) que Windows 8 llegaría a funcionar en teléfonos móviles, como si nos quisiera dar a entender que la próxima generación de su sistema operativo para ordenadores conviviría junto a Windows Phone 8, si es que no se trataban de la misma cosa. Bien, si ya estás emocionado, será mejor que pises el freno.
Ballmer, atropellado y un puntito vociferante como sólo él sabe ser, dijo durante la conferencia que Microsoft tiene "una amplia gama de iniciativas Windows llevando Windows al teléfono móvil con Windows 8", pero según un portavoz, esa transcripción no es la correcta. En realidad, ahí falta un punto, y debería leerse: "tenemos una amplia gama de iniciativas Windows llevando Windows al teléfono móvil. Con Windows 8… [continúan las declaraciones]".
En palabras de este portavoz, lo que hizo Ballmer fue repetir lo que básicamente ha estado diciendo durante los últimos meses, que no es otra cosa que su deseo de ofrecer una experiencia unificada entre distintos dispositivos con Windows en su interior, aunque hablemos de sistemas operativos distintos. Windows 8, por tanto, no llegará a tu bolsillo, salvo que tengas pantalones cargo y estés pensando en echar el guante a uno de esos nuevos tablets especialmente diseñados para las caricias táctiles de Metro.
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