En una pequeña oficina del despacho parroquial de La Candelaria, en el corazón de la capital venezolana, funciona la sede de la causa beatificadora de José Gregorio Hernández. Allí se reciben los testimonios de sanación atribuidos al venerable.
Insistió en que el Gobierno continúa las gestiones ante el Vaticano. “Hace dos meses le mandé una carta privada al Papa donde le agregaba datos sobre José Gregorio Hernández (…) Sé que el Papa Francisco está en la ruta para beatificar a José Gregorio Hernández (…) Se lo merece José Gregorio, se lo merece nuestro pueblo”, recordó el Mandatario nacional al recordar la visita que le hiciera al Sumo Pontífice. Durante dicho encuentro Maduro le regaló una imagen del Siervo de Dios al Papa y abogó por su beatificación.
Recordó: “Ya pasaron cuatro meses desde que estuve en el Vaticano (…) Tuve un encuentro extraordinario con el Papa Francisco, como Jefe de Estado, con el Jefe de Estado del Vaticano, pero no fue un encuentro de jefes de Estado, fue un encuentro de dos seres espirituales, Francisco y Nicolás (…) Le llevé de regalo una estatuilla de madera hecha por manos trujillanas de José Gregorio Hernández, se la dejé allá, y le llevé un libro de su historia, y le dije en privado: papa Francisco el Dr. José Gregorio Hernández fue un hombre extraordinario, luego de su muerte accidental en Caracas se convirtió en santo protector de los humildes, ya es tiempo que el Vaticano le de lo que ya se ganó, que es beatificarlo como santo de Venezuela”.
“Quiero anunciar que voy a aprobar, 150 millones de bolívares para culminar todo el santuario, el taller artesanal, el anfiteatro y todas las instalaciones (…) Cuando se estén cumpliendo los 150 años del nacimiento de ese gran y buen hombre venezolano, dentro de un año, ya tendremos aquí construido el gran santuario”, subrayó.
Este año, gracias a la campaña de concienciación que se ha realizado, la causa beatificadora ha recibido unos 190 casos de posibles milagros adjudicados a José Gregorio Hernández, cifra que para Laura Zambrano constituye un récord dentro del proceso recopilatorio de información.
Zambrano, quien colabora desde hace dos años con monseñor Fernando Castro en la causa de beatificación de José Gregorio Hernández, dijo que desde 1949 son muchas las personas han ofrecido sus testimonios.
Todo ese material, que se encuentra cuidadosamente archivado en la sede de la causa, “se valora y analiza, porque aun cuando no sean milagros, son experiencias de la gente con Dios y con José Gregorio y como tal son importantes”, esgrimió.
El trabajo de quienes colaboran con la causa es minucioso y exhaustivo; además de atender a las y los devotos que diariamente acuden a la parroquia en busca de información, también estudian los testimonios y promueven una recta devoción hacia el doctor José Gregorio Hernández.
Zambrano, en medio de docenas de libros, cuadros y documentos antiguos alusivos al Dr. Hernández recibe y procesa parte de los testimonios de sanación atribuidos a “El Venerable”, que optan a convertirse en milagros.
Para facilitar el trabajo, ella siguiere a las y los devotos seguir un procedimiento sencillo. Lo primero que deben hacer, explica, es redactar su caso de manera cronológica, ofreciendo todos los detalles del mismo.
“Es importante saber, además de los datos personales, direcciones y teléfonos, desde la fecha en que comenzó la enfermedad, el diagnóstico que ofrecieron los médicos, hasta el día que se produjo la sanación, la forma cómo hicieron la oración y quienes participaron”, detalló.
Pero el proceso no termina allí, aclara, porque para complementar el testimonio también se recurre al apoyo de las y los médicos que atendieron a las personas, así como a sus familiares. “Siempre mantenemos la comunicación con todos los involucrados para precisar cualquier detalle, porque todo lo que nos puedan decir es importante”, aseveró.
Los casos pueden ser reportados por diferentes vías, comunicó: A través del correo electrónico [email protected], o directamente en el Palacio Arzobispal que se encuentra ubicado en la Plaza Bolívar de Caracas.
Estos testimonios, acotó, son manejados con estricta confidencialidad. Sin embargo, señala que en el momento en que alguno sea considerado milagro pudiera hacerse público.
Señala Laura Zambrano que para que la curación sea considerada un milagro, “la enfermedad tiene que haber sido estrictamente grave y haber puesto en riesgo la vida de la persona o su calidad de vida de modo permanente”.
Luego la persona debe presentar un estado de salud perfecto, obtenido de manera instantánea, total y permanente. “Esa sanación no puede tener explicación médica ni natural. Lo único que debe mediar entre ese estado de enfermedad y la salud es la oración a José Gregorio”, acotó.
Por ejemplo, salir bien en una cirugía de alto riesgo no es un milagro, aclara Rizo, “porque la explicación fundamental de esa sanación es que ese tipo de cirugía hizo lo que tenía que hacer, es decir, que funcionó”. Puede que en algunos casos más complicados intervenga la mano de Dios y la del hombre, pero entonces la sanación deja de ser un milagro porque no es un acto exclusivo de Dios.
Por otra parte, contrastó que si lo que se logra solventar es un padecimiento sencillo, ya no se trata de un milagro sino de favores. “Hay mucha gente que dice que José Gregorio los ayudó a encontrar el médico que les podía dar un diagnóstico más preciso o que le ayudaron a conseguir el financiamiento para operarse, eso es cierto, pero se trata de favores, no de milagros”, reiteró.
José Yáñez vive en los Magallanes Catia, al oeste de Caracas, y desde hace 18 años, cada 26 de octubre, cuando se cumple un aniversario del natalicio del Dr. José Gregorio Hernández, acude a la iglesia de La Candelaria, donde reposan sus restos, para entregarle una ofrenda floral en agradecimiento por los favores recibidos.
“Este año no podré venir en esa fecha porque tengo un compromiso, pero me adelanté y le traje su ramo de flores para cumplir con una promesa que yo le hice por mi hijo hace 18 años”, comentó.
Reveló que al momento de nacer, su hijo presentó una malformación en la tráquea y requería de una operación muy complicada que, según los médicos, podía dejarlo sin voz por el resto de su vida, razón por la cual optó por pedir a José Gregorio Hernández “y el milagro no tardó en hacerse”.
Yáñez refiere que hoy en día su hijo está totalmente “sano, fuerte y sin ningún tipo de problema”, hecho que no duda en atribuir a la intervención divina de Dios a través del Dr. José Gregorio Hernández. Su caso no está registrado en la iglesia, pero al informarse al respecto se comprometió a reportarlo para contribuir con la causa beatificadora.
Acompañada por parte de su grupo familiar, Nelita de Manueli se trasladó desde Los Samanes hasta la tumba de José Gregorio Hernández, en la iglesia de La Candelaria, para pedirle por la sanación de su madre, quien presenta severas complicaciones de salud.
José Yáñez narró la experiencia que vivió ante la gravedad de su hijo
“Mi mamá tiene 81 años, es operada de la columna y ahora está presentando dos hernias discales. No la queremos operar nuevamente porque el médico nos dice que es muy riesgoso”, testificó.
La fe en José Gregorio Hernández está arraigada en su familia. “Nosotros somos devotos de José Gregorio Hernández, de hecho, yo de pequeña sufrí de asma y fui a pagar promesa, a partir de ese momento más nunca volví a tener una crisis asmática”, reveló.
Además, alegó haber nacido “no prematura pero si muy baja de peso”, lo que le causó diversos problemas de salud durante sus primeros años de vida. “Pero mamá dice que ella pagó promesa y pude vivir, porque los médicos no me daban mucho tiempo de vida”, celebró.
Gabriel Benítez, un joven habitante de Caracas, dedica parte de su tiempo para visitar cada vez que puede a José Gregorio Hernández en la iglesia de la Candelaria. “José Gregorio Hernández fue un gran hombre y un gran médico, por eso tengo mucha fe en él”, justificó.
Al entrar a la iglesia se siente esperanzado. Allí le prende algunas velas blancas y mira con profundidad la representación artística del aspirante a santo que cuelga en la pared del recinto, intentando establecer una conexión más directa con su energía.
En sus oraciones al venerable, Gabriel no solo pide por la salud su abuela, quien presenta una enfermedad en la cervical que le produce ciertas dificultades, sino también por el bienestar de todas y todos los venezolanos que de igual forma sufren por alguna afección o dolencia.
Reconoce que parte de su fe proviene de los resultados obtenidos mediante la oración, luego que su hermano pequeño se sanara totalmente tras sufrir un grave accidente que le provocó la formación de coágulos de sangre en la cabeza. “Yo creo que fue un milagro porque él estaba muy mal, pero gracias a Dios y a José Gregorio Hernández todo salió bien”, enfatizó.
Jesús Emiro Suárez, párroco de Isnotú, expresó el sábado durante las celebraciones: “Dios nos regalará la beatificación de José Gregorio Hernández”.
“El 26 de octubre de 2014 debe ser decretado fecha de júbilo nacional por los 150 años del nacimiento de José G Hernández”, exclamó.
El párroco consideró oportuno declarar un año Jubilar (2014-2015) por los 150 años del natalicio de José Gregorio Hernández. “Debe ser de mucha actividad espiritual en Venezuela”.
[Fuente:panorama.com.ve]