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En menos de una semana, el próximo domingo 30, el Consejo Nacional Electoral pondrá a prueba las máquinas de votación en una de las auditorías más importantes en la etapa previa a la celebración de los comicios.
Es primera vez que para la revisión predespacho, el organismo comicial despliega una logística de traslado para 1.400 personas que, con sus huellas dactilares, harán posible el último chequeo a los equipos antes de que se prendan el próximo 7 de octubre.
Durante la producción de máquinas, que se inició el 6 de este mes y que termina el viernes, los representantes de las organizaciones políticas han seleccionado una muestra de 0,3% de los equipos armados, lo que para el momento de la revisión constituirá un total de 118 máquinas listas para ser observadas en una prueba que simula la votación.
Hasta 13 máquinas se han seleccionado en estados como Zulia.
Está previsto que por cada máquina de la muestra, el CNE contacte a siete electores, para un total de 826, a los que se sumarán los 574 movilizados por las organizaciones políticas postulantes, sobre todo, de aquellos estados cuyas máquinas no se han producido a la fecha, lo cual hace inviable contactarlos desde ya para que estén en los galpones de Mariche.
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En total serán 1.400 electores, con una mayor participación para los electores del Distrito Capital y de Miranda.
Desde el sábado estarán hospedados en Caracas la mayoría de quienes han sido seleccionados y subirán por grupos para, inmediatamente después de la auditoría, regresar a sus estados.
El objetivo fundamental es aplicar control de calidad estadístico sobre el funcionamiento del sistema de votación.
Con la implementación del Sistema de Autenticación Integrado (SAI), la única forma de probar las máquinas ya ensambladas es a través de la participación de los electores; pues el sistema electoral tiene tres componentes inseparables: el SAI, la máquina y la boleta. Antes bastaba con seleccionar un par de cédulas y verificar que se encontraban en el centro y en la mesa.